lunes, 8 de octubre de 2012

UN CLÁSICO POCO CLÁSICO






Me toca volver a escribir, aun no se porque me auto-impuse el hecho de escribir cada tres o cuatro días. Supongo que es demasiado estimulante, el pensar, que quizá le pueda interesar a alguien todo esto. El caso es que estando medio adormilado en mi cama, veía como se acababa el plazo para entregar, como si aun estuviera en el colegio, y tuviera que presentar mi última redacción.

Hoy decidí hablar, seguro que algún lector puede estar empachado de este tema, sobre el Barcelona-Real Madrid de esta semana. No creo que sea muy original escogiendo esta temática, imagino que medios de comunicación, tanto escritos como audiovisuales, habrán exprimido hasta la última gota exprimíble de este clásico enfrentamiento. A mi me gustaría ofrecer el punto de vista del aficionado que ha de vivírlo desde la distancia

¿Qué me pareció el partido? No se por donde comenzar, si por el principio o por el fin, aunque a decir verdad, son una misma cosa. No lo vi. Tuve, por primera, vez noticias de él, cuando estando en una feria de artesanía un vendedor dijo aquello de “¿De donde sos?...ah! España.. .¡Buen partido hoy!...Un empate muy lindo..2 goles de Messi y 2 de Ronaldo” Mi respuesta fue instantánea: “ok…¿Cuanto cuesta este poncho?”

Para ser sinceros creo, desde que tengo uso de razón, es el primer enfrentamiento Barcelona-Madrid que dejo de ver. Y no es que no tuviera opción, creo que de haber buscado el modo, lo hubiera conseguido... Si, puede parecer un sacrilegio, incluso en otro tiempo para mi también lo habría sido, pero supongo que aquí se vive en una especie de burbuja, de la que uno no puede o no quiere salir. En otro tiempo, habría estado nervioso a medida que los días me acercaban al encuentro. En otro tiempo, habría realizado mi clásica previa, donde uno se empieza a envalentonar contra el rival, visualizando partidos históricos repletos, en mi caso, de madridismo. En otro tiempo, habría estado preparando una semana, una situación de apenas 90 minutos. Pero, amigo lector, aquí todo es diferente.

En Huanchaco, donde el que escribe reside, la vida es distinta, supongo que parecida a la España de la década de los 80 y 90 del anterior siglo XX. Por aquí, y por suerte, aun está desterrada, a mucha distancia, la tecnología. Esa tecnología de la que el extranjero se siente tan orgulloso y, la cual, le hace creer que ser un espécimen mas avanzado que el resto. En esta tierra, he vuelto a tener el lujo, de utilizar un teléfono cuya aplicación mas interesante es una linterna que apenas alumbra a un milímetro de distancia. Por aquí, aún hay gente que elige apalabrar el lugar y el sitio de sus reuniones con un día de antelación, confiando en el buen hacer del resto y/o en la creatividad de sus excusas. En el pueblo donde vivo, las televisiones se utilizan, como ese objeto al que se da vida cuando no hay nada mejor que hacer. Porque aquí, uno puede tener la suerte de encontrarse con automóviles que se creían extintos. Ayer mismo, pude reencontrarme con un Renault 4, como el de mi abuelo, con el que unos argentinos tenían como objetivo atravesar todo el continente, desde su país, hasta si no recuerdo mal, México.

Siempre me tuve como alguien a quien no le importaba en demasía las nuevas tecnologías, quizá por ser conocedor de esa frase que me persigue desde hace tiempo “Luis, hay dos tipos de hombre, los manitas y los manazas. Tu eres de estos últimos” O quizá, por pensar, que el ser un abanderado de la antitecnología hacía a uno distinto del resto, aunque en la solitaria realidad, fuese un consumista mas. He descubierto, por mi actual situación, que hay una vida real mas allá de la televisión, llevo casi tres semanas sin consumirla;  He descubierto que aun hay sitios donde las personas se reúnen en torno aun teléfono, y no los teléfonos en torno a personas. Incluso aquí, uno, empieza a dar valor al poco frecuente hilito de agua caliente que sale de la ducha, porque si, aquí las duchas son duchas.

Y los mas curiosos, se preguntaran, “a todo esto…¿Qué otra cosa hiciste para perderte un partidazo como el de ayer?” Un Luis pretérito habría contestado…”me engañaron y fui a ver cuatro paredes de barro”. El Luis de ayer pudo observar las ruinas de Chan Chan, una ciudad creada a base de barro compactado, que tiene una antiguedad de  1.100 años aproximados. Un asentamiento que albergó a la rica y local cultura Moche, pueblo que existió por estas tierras hasta la invasión de la cultura Inca, y es que ya lo dice el dicho “quien a hierro mata, a hierro muere”.




Tras este último párrafo puede haber algún lector reflexionando, acerca de un posible y mas que probable cambio en mi personalidad. Un nuevo Luis, trascendental y filosófico, que esta tratando de abrirse camino ayudado y animado por esta experiencia. Para tranquilizar a toda aquella persona que por un momento lo pueda o haya podido pensar…




“Porque la cabra siempre tira al monte..”

Quizá todo esto sea solo literatura para enganchar a la gente a mi experiencia. Quizá todo esto solo valga para ganarme algún que otro " mierda un peor".  El caso es que he escrito lo que quería escribir

Haciendo el peor desde Huanchaco

Luis

P.D. La cancion de la semana….y sintiÉndolo mucho….por ser la única canción española que escuche hasta el momento, y por consiguiente la única de la que conocía parte de letra es para…



1 comentario:

  1. Me he enganchado al blog, me lo he leido hoy entero.

    Pasalo bien y ten cuidado por ahí!!!!

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